Como agua para chocolate... o la cocina como medio de expresión
- The Cultural Ground
- 7 jul 2020
- 2 Min. de lectura

``Dicen que Tita era tan sensible que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela lloraba y lloraba cuando ésta picaba cebolla; su llanto era tan fuerte que Nacha, la cocinera de la casa, que era medio sorda, lo escuchaba sin esforzarse. Un día los sollozos fueron tan fuertes que provocaron que el parto se adelantara. Y sin que mi bisabuela pudiera decir ni pío, Tita arribó a este mundo prematuramente, sobre la mesa de la cocina, entre los olores de una sopa de fideos que estaba cocinando, los del tomillo, el laurel, el cilantro, el de la leche hervida y, por supuesto, el de la cebolla´´. Así es cómo empieza esta deliciosa novela llena de amor, conflictos y... recetas.
Laura Esquivel narra con maestría la vida de Tita en el México de la Revolución. Una vida que podría tratarse sin duda de la vida de muchas otras mujeres, en cualquier lugar del mundo. Mediante metáforas constantes y fantasía, la escritora mexicana nos induce al realismo mágico de manera sutil y entrañable. Cada capítulo comienza con una receta. De este modo, el hilo conductor de la novela son los distintos platillos que la protagonista irá cocinando a lo largo de su vida.
Tita es la hija menor de su familia, y por ello, está condenada a no poder casarse para poder cuidar de su madre. A lo largo de la novela, asistiremos a los intentos de Tita de lograr su ansiada libertad y de luchar contra los cánones establecidos. Su vida no será sencilla, tendrá que resignarse en muchas ocasiones a un sino poco favorable, lleno de incertidumbre y desamor... Poco más se puede contar sin desvelar los acontecimientos que componen el puzzle de esta historia. Pero desde luego, en estos tiempos tan bizarros, en los que muchos de nosotros nos hemos introducido en el arte culinario, merece la pena sumergirse en esta novela y dejarnos llevar por los aromas de la cocina y del amor.
Se trata de una novela original, fresca y fácil de leer, un libro para todos los públicos, que, dentro de su aparente sencillez, encierra un universo entero: el universo de Tita, su vida, sus pasiones, sus pensamientos y sus recetas. Como agua para chocolate hará las delicias de los amantes del realismo mágico, es un clásico inexorable para los apasionados de este género, y, desde luego, una muy buena manera de iniciarse en el mismo.
Este libro es un viaje de ida y vuelta al pasado, es un recorrido por los días de nuestra infancia viendo a nuestras abuelas cocinar nuestros platos preferidos, y, al mismo tiempo, es un alegato al inconformismo: Tita utilizó la cocina como arma para cambiar la dirección de su destino.
Esta lectura es como un chapuzón en agua fresquita durante una tarde calurosa de verano. Y en este caluroso mes de julio, nada apetece más que eso.
Comments